Un implante dental es una raíz artificial para el soporte o sujeción de dientes. En la mayoría de los casos, se fabrican con titanio puro comercial, un material biocompatible que es aceptado por el cuerpo humano sin producir reacciones de rechazo.
La colocación de implantes dentales es un proceso sencillo para el paciente, indoloro y que se realiza con anestesia dental localizada en la zona del tratamiento.
El tiempo de tratamiento con implantes dentales se inicia en la cita de diagnóstico en la que el dentista, periodoncista o cirujano determina las posibilidades y alternativas de tratamiento dental. Las actuales técnicas radiográficas con imágenes tridimensionales 3-D a través de la tecnología de haz cónico, permite al profesional medir con precisión milimétrica la anatomía y volumen óseo de la boca del paciente. Es imprescindible una buena planificación del tratamiento de elección mediante la simulación previa de la prótesis a través de un “encerado diagnóstico” (dientes de cera para su estudio) en el laboratorio.
Una vez tomada la decisión de iniciar el tratamiento, la colocación de los implantes se hace bajo anestesia local de la zona de la boca que va a recibir el tratamiento. Es un procedimiento indoloro y rápido, que cada vez más, se hace con incisiones mínimas (cirugía mínimamente invasiva) y que no deja huella tras la intervención.
La colocación de la prótesis dental sobre el implante se realiza en función de dos modalidades o protocolos de tratamiento: o bien el protocolo tradicional de carga de los implantes entre las 8 y 12 semanas de integración o bien lo que se conoce como carga inmediata sobre implantes. El primero, en la actualidad todavía se recomienda para las sustituciones de uno a varios dientes en un sólo lado de la arcada. El segundo, se recomienda para los casos de una arcada completa, ya sea inferior, la más habitual, o superior, siempre y cuando la calidad de los huesos lo permitan.
Durante el periodo de cicatrización el paciente podrá seguir una función dental adecuada mediante la utilización de una prótesis o dentadura provisional. Es imprescindible para mejorar el pronóstico del tratamiento que lo implantes permanezcan en reposo durante la formación de la unión con los maxilares.
El tratamiento se completa con la colocación de la prótesis o dentadura definitiva, siempre tras la comprobación de la estabilidad adecuada de los implantes a largo plazo. Esto se hace mediante pruebas clínicas de estabilidad, radiográficas de integración ósea y mediante una herramienta objetiva de estabilidad llamada “Análisis de frecuencia de resonancia” u “Ostell®”.
A partir del primer día es imprescindible para una buena duración del tratamiento, realizar una higiene oral tan exquisita como sobre los dientes naturales, de cara a prevenir posibles infecciones dentales o implantarias.
[vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_video link=»https://www.youtube.com/watch?v=MrtTj7LY8KI»][/vc_column][/vc_row]